MEDICINA CONVENCIONAL Y TERAPIAS ALTERNATIVAS
Muchas personas amantes de las terapias alternativas se preguntan si, en determinados casos, es mejor abandonar un tratamiento médico convencional y emplear algún tipo de terapia no médica.
En Radionic International entendemos que los únicos legalmente habilitados para realizar tratamientos a enfermos como tales, son los médicos. La Ley les autoriza sólo a ellos a ejercer la medicina, diagnosticar enfermedades y recetar medicamentos.
Se debe desconfiar de cualquier terapeuta que le recomiende abandonar un tratamiento médico convencional, ya que esto puede poner en riesgo la salud. Una vez dicho esto, entendemos que cualquier persona puede, además de seguir el tratamiento médico habitual, ejercer su derecho a utilizar remedios complementarios no medicamentosos, que considere valiosos para sentirse mejor o recuperar su equilibrio vital a nivel holístico. Siempre como coadyuvantes dentro de cualquier proceso para superar una dolencia.
Los profesionales alternativos serios pueden prestar una ayuda inestimable en campos en los que la medicina convencional no entra. Desde recomendaciones de alimentación a la aplicación de terapias energéticas, pasando por procedimientos y masajes cuyo objetivo profundo llega más allá que el puramente muscular.
A pesar de sus detractores, las terapias alternativas y sus profesionales cualificados pueden ejercer mucho bien en aquellos que buscan un apoyo importante a niveles no considerados en los parámetros de la medicina oficial. Bien instrumentadas, las terapias no convencionales proporcionan soluciones que no interfieren con los tratamientos médicos, pudiendo ser muy eficaces y valiosos.
Por tanto, una persona con mentalidad moderna y abierta puede decidir sacar lo mejor de ambos campos de acción, considerando que siempre es posible sumar y obtener beneficios sin necesidad de enfrentar o abandonar lo que es complementario.
Como comentario adicional, diremos que la radiónica es un sistema de mejora personal que únicamente trabaja a nivel energético y que tuvo su origen en las investigaciones del Dr. Albert Abrams, un brillante doctor en medicina convencional.
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