Algo importante a considerar sobre los medicamentos comunes
Se está hablando bastante estos días sobre los distintos tipos de vacunas y los riesgos que puede implicar su administración. Muchas personas están preocupadas por la posibilidad de sufrir complicaciones que pongan en riesgo su vida. Sin entrar en valoraciones al respecto, llama la atención lo que muestran las estadísticas y lo que podemos reflexionar sobre los datos que aportan.
Por ejemplo, entre 34 millones de personas que recibieron la vacuna de Astra Zeneca sólo hubo reportados 222 casos de trombosis. Esto equivale a un caso entre cada 150.000 inoculados. Ahora consideremos los problemas que pueden surgir con medicamentos tan comunes como la aspirina. En el caso de este fármaco tan habitual, se ha terminado prohibiendo su administración en menores de 16 años (después de muchos años de uso) porque se comprobó que causaba daño cerebral en uno de cada mil menores.
El omeprazol, que se usa para tratar la acidez de estómago, puede producir agranulocitosis (disminución importante de los glóbulos blancos que puede producir la muerte por infección) en una de cada 10.000 personas. También puede producir graves problemas de riñón en uno de cada 1.000 pacientes. Incluso el paracetamol puede ser mortal si se emplean sólo 10 gramos en un espacio reducido de tiempo y sobre una misma persona (esa cantidad está presente en una sola caja que se puede comprar sin receta médica en la mayoría de los países).
Esto nos lleva a ver con mayor claridad la relación riego-beneficio sobre cualquier medicamento y cómo solemos tener visiones sesgadas en relación a la utilización habitual de fármacos considerados como “seguros”. A veces utilizamos medicinas sin control o sin recomendación médica simplemente porque son de uso ordinario, pero en realidad pueden llevarnos a correr riesgos absolutamente innecesarios. Riesgos que son relativamente más altos que en el caso de las vacunas que tanto parecen preocupar.
El uso habitual de la radiónica puede ayudarnos a mantener una mente sana y un organismo igualmente equilibrado. Esto implica una mayor cota de bienestar que facilitará vivir sin necesidad de usar medicamentos en exceso.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.