Atraemos aquello que está en nuestra frecuencia
Atraemos aquello que está en nuestra frecuencia. Seguramente habrá escuchado esta frase en más de una ocasión. Posiblemente también haya visto ejemplos en la vida real. Una persona desestructurada y sin valores nobles se suele mover en ambientes depravados donde encuentra y se relaciona con otros sujetos con parecidos comportamientos negativos. Personas con principios elevados y sentimientos bondadosos encuentra en su camino personas y medios para desarrollar sus cualidades positivas. En otros ámbitos, los amantes de un determinado estilo musical terminan relacionándose con personas y ambientes donde se aprecia ese concreto estilo musical.
Según esta idea, de alguna manera todos estamos conectados y terminamos por conectar con aquello que nos impregna. Siguiendo con esta línea de pensamiento, el universo funciona en base a energías y vibraciones, y nuestras propias vibraciones internas determinan lo que atraemos a nuestra vida.
Así, cada pensamiento, emoción y creencia que tenemos emite una frecuencia energética. Si nuestras vibraciones son positivas, alegres y alineadas con nuestros deseos, atraeremos experiencias y situaciones similares a esas vibraciones positivas. Por el contrario, si nuestras vibraciones son negativas, pesimistas o llenas de miedo, atraeremos situaciones y circunstancias acordes a esa negatividad.
El sistema de desarrollo personal llamado radiónica va un paso más allá. La teoría de la radiónica desarrolla la idea de que podemos encontrar las coordenadas que nos conectan con la frecuencia de vibración de lo que deseamos. ¿Una buena salud? ¿La resolución de un problema? ¿Necesidades económicas? ¿Encontrar el amor? Todo tendría una vibración específica, que nos facilitaría el desenlace positivo o la manera clara de llegar hacia ello.
La persona que utiliza un dispositivo bien configurado de radiónica emplea, lo que en psicología se llama efecto ideomotor. A través de la llamada placa adherente el usuario percibe una reacción de adherencia en sus dedos, cuando conecta mentalmente la idea que tiene en mente con la vibración que le corresponde. Es un proceso muy sencillo que cualquiera puede realizar en unos minutos. Así, a través del dispositivo y la mente subconsciente, se establece una conexión energética entre la persona y su objetivo. El objetivo puede ser terapéutico, de desarrollo personal, de consecución de un objetivo o de transformación de situaciones negativas. En realidad, se puede aplicar a un sinfín de circunstancias para ajustar lo que tenemos a lo que deseamos. En otras palabras, establecemos un puente de unión o de influencia para permitir que nuestra realidad se impregne de las vibraciones relacionadas con lo que buscamos. Al utilizar un dispositivo radiónico auténtico y bien configurado, nos abrimos a encontrar un camino abierto que nos conduce hacia aquello que deseamos en nuestra vida. Así de sencillo. Lo mejor de todo, es que la radiónica puede ser muy útil no solo respecto a la persona que la utiliza, sino también en relación a otros.
Sin duda alguna, la radiónica nos permite percibir que podemos ser mucho más dueños de nuestra realidad de lo que pensamos. Podemos decidir ser directores de nuestro destino más que simples peones manejados por circunstancias incontrolables. Podemos acceder a posibilidades que creíamos inalcanzables ¿No cree que merece la pena comprobarlo?
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