CEREBRO Y TRANSFORMACIÓN
Un interesante estudio realizado sobre mujeres indias de escasos recursos ha mostrado algo muy interesante. Simplemente aprendiendo a leer y escribir, incluso en la edad adulta, las mujeres mostraban un desarrollo extraordinario de su cerebro. Hasta niveles muy profundos de su estructura. Este estudio llevado a cabo por el investigador Michael Skeide del Instituto Max Planck de Leizpig mostró la importancia de mantener sincronizadas las señales entre las dos regiones del cerebro, lo cual ocurre con la lectura, entre otros estímulos. Las participantes no modificaron su alimentación ni modo de vida durante el proceso.
En realidad, el cerebro se desarrolla a través de la información. Códigos de información que estimulan el crecimiento de las estructuras neuronales. Esto sirve de analogía a lo que la teoría radiónica postula. La información es previa a la materia y puede influir sobre ella de forma significativa. Recordemos que la Radiónica indica que los CDI’s (Códigos de Información Intrínseca) son estructuras ordenadas que a nivel vibratorio constituyen una especie de armazón fundamental donde se desarrolla todo lo existente. Cuando hay desarmonía en la información vibratoria de los seres vivos, se termina produciendo la enfermedad.
La radiónica considera que es posible restablecer los códigos armónicos donde se sustenta la vida, trabajando sobre la energía a través de dispositivos adecuados.
Por otra parte, el cerebro no sólo está diseñado para captar nueva información, sino también para elaborar información, desarrollarla y difundirla. El lenguaje hablado es una forma de comunicación, pero no la única. Cuando visualizamos nuestros ritmos cerebrales cambian y también la longitud de onda en la que se desarrollan nuestros pensamientos. Estas ondas son emitidas y captadas por otros seres humanos de forma inconsciente. Hablamos por tanto de espectros vibratorios que producen efectos.
El objetivo de los dispositivos radiónicos es transformar en parámetros objetivos las ideas y pensamientos humanos, con la intención de influir en la realidad en la que nos movemos. Dado que todo es vibración en última instancia, la teoría radiónica defiende que es posible restablecer los códigos armónicos de cualquier situación o potenciar aquellos parámetros que nos terminan llevando a realidades más acordes con nuestros deseos e intenciones.
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