Cómo aumentar su autoconfianza en tan sólo 3 minutos
Los problemas y las emociones negativas influyen en nuestro organismo y su fisiología a todo nivel. Eso es algo reconocido y constatado por la ciencia. En Programación Neurolingüística (método de desarrollo personal basado en técnicas de psicología), se estudia cómo lo contrario también es cierto. Nuestra fisiología puede influir en nuestras emociones y por tanto en la resolución de problemas. Veamos algún ejemplo:
Si estamos contentos nuestro rostro reflejará una expresión más abierta, frente despejada y cierta sonrisa. Nuestro organismo disfrutará de mayor energía y dinamismo. Nos moveremos con mayor facilidad y tendremos ganas de hacer cosas. Incluso los problemas se pueden percibir como menos amenazantes. Cuando estamos enfadados, mostraremos un ceño fruncido, tenderemos a responder negativamente a cualquier estímulo y podemos ser más agresivos en el trato con los demás. La resolución de problemas se vuelve más compleja dado que somos más inflexibles en nuestras posturas y menos dados a ceder.
Concluimos que las emociones van a afectar a cómo nos mostramos y al grado de positividad con el que nos enfrentamos al mundo. No cabe duda de que una actitud más relajada, distendida y proactiva nos hará sentir mejor y tendremos más posibilidades de salir airosos de las situaciones difíciles.
Lo interesante es que si hay una influencia de arriba hacia abajo (emociones influyen sobre nuestro comportamiento físico), también podemos hacerlo al contrario. Esto es de abajo hacia arriba: nuestro comportamiento físico va a influir sobre nuestras emociones y, por ende, sobre nuestra autoconfianza. Hay posturas que implican un estado de energía y poder y otras que implican debilidad y decaimiento. Así, por ejemplo, si cambiamos nuestra postura corporal durante sólo 3 minutos, alteraremos la cantidad de cortisol y testosterona presentes en el organismo. La testosterona es una hormona cuya presencia fluctúa tanto en hombres como en mujeres, que influye en nuestro ánimo y la manera de enfrentarnos a los desafíos. El cortisol también es una hormona, pero se relaciona con la precaución y el miedo.
Según un estudio relativamente reciente, si adoptamos una “postura de poder” durante 180 segundos (sólo los 3 minutos comentados), disminuiremos el cortisol un 25 % y aumentaremos la testosterona un 20%. Si sumamos, hay una diferencia hormonal de casi un 45% con sustancias directamente relacionadas con nuestro estado de ánimo. Poner los brazos en jarra, levantar los brazos en forma de victoria o simplemente erguir la columna vertebral y echar los hombros hacia atrás son tres “posturas de poder”. Especialmente esta última postura podemos ponerla en práctica en cualquier momento o lugar sin llamar la atención. Esta simple acción puede ayudarnos en situaciones donde tengamos que hablar con otros, resolver una situación o simplemente cambiar los pensamientos negativos que rondan nuestra cabeza.
Un buen estado de ánimo habitual nos permitirá tener más autoestima, enfrentarnos a los problemas con mayor resolución y disfrutar más de nuestra existencia. La radiónica también permite, de forma sencilla y rápida, equilibrar nuestro entramado energético y mantenerlo en perfecto estado de forma estable, como base para un organismo saludable a todo nivel. Incrementar el estado de ánimo, la vitalidad y nuestro sentido de capacidad en cualquier ámbito es otra de las muchas posibilidades a nuestro alcance. Tanto a nivel personal como en relación a otras personas.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.