Cómo utilizar las ondas de forma en radiónica
La utilización de figuras geométricas para potenciar aspectos del ser humano viene desde muy antiguo. Las sociedades primitivas se dieron cuenta de que determinadas configuraciones espaciales parecían beneficiar a los seres vivos. También que podían contrarrestar los efectos negativos causados por influencias del entorno, como alteraciones geomagnéticas, telúricas o combinación de ambas. Está comprobado que las fallas subterráneas de determinados terrenos pueden provocar disfunciones electromagnéticas que afectan a la vida. Es curioso observar como es posible encontrar hileras de árboles que crecen torcidos como si quisieran escapar de esas alteraciones existentes en el terreno donde crecen.
En algunos terrenos de cultivo que han sido empleados desde muy antiguo, existen grandes piedras con formas determinadas. Estas formaciones no naturales fueron colocadas allí por grupos humanos con el objetivo de contrarrestar alteraciones patógenas de origen electromagnético. Generalmente causadas por ciertas vetas minerales subterráneas o movimientos de aguas a nivel profundo del terreno. Es lo que se ha llamado “Geopuntura” o “acupuntura del terreno”. Si las figuras pétreas se retiran, el terreno disminuye su producción agrícola. No hay nada de mágico es esto. Es sólo un fenómeno físico de compensación electromagnética del entorno.
Algunas figuras geométricas están asociadas a ciertas religiones y, por eso, tienen un efecto exclusivamente psicosomático y positivo sólo para las personas que profesan estas religiones. Sin embargo, otras figuras y configuraciones geométricas parecen tener efectos sorprendentes en cualquier ser vivo que se exponga a las mismas, con independencia de sus creencias.
Los sonidos provocan configuraciones geométricas determinadas a nivel invisible. Se pueden conocer cómo son estas configuraciones utilizando una simple base metálica, espolvoreando virutas metálicas o arena sobre la misma y luego conectando la base a unos cables por los que se emiten determinadas ondas sonoras. Muchas formaciones resultantes resultan armónicas y de gran belleza. Generalmente aquellas que corresponden a sonidos que generan bienestar a las personas que se exponen a ellos.
Es decir, ondas sonoras invisibles y benéficas provocan la formación de figuras geométricas armoniosas. Si usamos estas figuras a través de un equipo de radiónica, también existe la posibilidad de experimentar resultados positivos diversos, que redundan en bienestar físico y mental del usuario.
Hay figuras que se relacionan con la salud vibratoria, con el equilibrio mental, con la energía de la vida o con el funcionamiento armonioso de los centros energéticos del organismo. Pero también hay formas que parecen potenciar otros aspectos de las actividades humanas: relaciones afectivas, influencia positiva sobre los demás, potenciación de capacidades, generación de recursos, aprendizaje y muchas más.
Cualquier persona puede experimentar con las ondas de forma a través de un equipo de radiónica bien constituido. Considere las aplicaciones positivas que esto podría tener en su caso y permítase disfrutar de los resultados.
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