Conectar con “la Fuente”
El ser humano tiene enormes potencialidades. No hay duda de ello. Una de las teorías más interesantes sobre estas grandes capacidades poco utilizadas, tiene que ver con las posibilidades de acceso a lo que algunos han llamado “La Fuente”. Este concepto se ha aplicado tanto a la propia mente inconsciente, como a la idea de un Universo unificado de donde extraer información, ayuda y protección.
Grandes autores, pensadores, filósofos e incluso científicos modernos han expresado la idea de que las personas formamos parte de un conjunto interconectado de seres, comunicados de diversas maneras, algunas de ellas fuera de nuestros sentidos cotidianos. Como si fuésemos una especie de hormiguero donde interactuamos de forma deliberada pero también de forma automática. Incluso podemos ir más allá y conectar con los campos mórficos de otras especies o de las vibraciones de conjuntos de campos de pura materia.
Desde ese punto de vista, cuando necesitamos ayuda, inspiración o respuestas profundas, podemos acceder a ese “inconsciente colectivo” para solventar nuestras necesidades, recuperar el bienestar orgánico o mejorar las posibilidades de solucionar aquellas situaciones complejas que nos causan desazón.
Cuando nos sentimos bien, los pensamientos y dirección de nuestras acciones suelen estar en sincronía con “La Fuente”. Todo es armónico, todo fluye, nuestro organismo funciona adecuadamente o está equilibrado dentro de nuestra edad biológica. Además, nos protegemos contra influencias negativas externas.
La forma más común de acceso a “La Fuente” proviene del recogimiento, la meditación y la introspección. Alinear nuestra mente consciente y no consciente mediante estos sistemas clásicos nos facilita la conexión que nos permite desbloquear nuestros pensamientos, mejorar nuestro organismo, encontrar respuestas y avanzar.
La visualización es otra herramienta para acceder y conectarnos con “La Fuente”. Nos allana el camino hacia las metas facilitando las interacciones que conducen a la realización de objetivos. La visualización creativa precisa repetición, constancia, mantenimiento de las imágenes y fuerza de voluntad.
Por último, la radiónica presenta un atajo que simplifica la conexión, el equilibrio a todo nivel y la aparición de la necesaria sincronicidad para resolver problemas. Nos aporta coordenadas precisas a nivel energético (mediante las señales de la placa adherente) y nos permite conocer lo cerca o lejos que podamos estar del acceso al futuro buscado. Si deseamos experimentar con la radiónica, la utilización de un equipo adecuado, completo y sencillo de usar resulta primordial. Los componentes, materiales, conexiones, elementos accesorios, potencia y metodología son aspectos esenciales que marcarán la diferencia en los resultados.
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