El sistema de “Transmisión de información” del científico Erich Korbler y la radiónica.
El científico vienés Erich Korbler fue un hombre de mente abierta e inquieta que indagó en relación a la información vibratoria codificada para el reequilibrio del organismo. Sus estudios sobre la influencia de determinadas configuraciones geométricas aplicadas al organismo, despertaron durante el siglo pasado la curiosidad de numerosos terapeutas que aplicaron con éxito sus principios en las consultas. Tanto sobre personas como sobre animales con resultados espectaculares.
Este científico no se cansaba de repetir que sus descubrimientos no tenían nada que ver con magia ni superchería. Él indicaba que, tanto el ser humano como los demás seres vivos son en última instancia átomos vibrantes. Cuando las diferentes vibraciones que configuran un organismo vivo se alteran por múltiples causas, es posible revertir dichas alteraciones empleando distintos métodos que impliquen equilibrado energético.
Korbler descubrió que aplicando configuraciones geométricas (que en esencia también son formulaciones matemáticas), a zonas energéticas del organismo, era posible restaurar estados de vigor y normalidad físicas. Comprobó por la experimentación que esto era factible en miles de casos. Llamó a su sistema curativo “La nueva homeopatía”, ya que ampliaba el uso energético de compuestos empleando elementos que hasta ahora habían sido poco menos que impensables.
¿Qué son estas configuraciones geométricas? En general se tratan de dibujos con diferentes representaciones que parecen tener efectos en los diferentes meridianos, puntos de acupuntura o incluso llegan a impregnar el agua con determinada carga energética. Unos son potenciadores y otros actúan como inhibidores sobre ciertos elementos nocivos que afectan a los seres vivos. Es fascinante comprobar el efecto que estas configuraciones tienen.
Los seres humanos percibimos conscientemente cuando un determinado ambiente es apacible, dinámico, negativo o vitalizador. Generalmente esto está ligado no sólo a la actividad energética terrestre o telúrica propia del terreno sino también a los elementos presentes en el espacio y la decoración de los mismos. Es la llamada energía de forma u ondas de forma. El Feng Shui es una ciencia estructurada y milenaria basada en el empleo de este tipo de energías. Con radiónica también es posible utilizar esta fuente de bienestar proyectando con rapidez estas ondas sobre el sujeto o acción que queramos potenciar. Los efectos pueden ser absolutamente asombrosos sobre los seres vivos o sobre la realidad que queramos trabajar.
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