¿Es la radiónica una especie de lámpara de Aladino?
Sin duda alguna la radiónica resulta sorprendente, tanto por los resultados que aporta como por las múltiples aplicaciones en las que puede ser usada.
¿Significa eso que la radiónica es algo mágico que proporciona todo lo que se programa? No. Eso sólo ocurre en los cuentos de hadas. No hay nada mágico en la radiónica. No se puede conseguir aquello que sea imposible en nuestra realidad.
Por ejemplo, la radiónica no puede hacer que una persona vuele ni que alguien genere un brazo que haya perdido en un accidente. Hay situaciones imposibles y también irreversibles. Tampoco que una persona amanezca con la cuenta corriente llena de dinero de forma automática o que mañana disponga de un apartamento de lujo en la mejor zona de su ciudad. Esto es pura fantasía.
Los usuarios de la radiónica consideramos que estamos ante una metodología seria que nos facilita y acelera la consecución de objetivos. La mayoría de las veces de manera sorprendente. Los objetivos pueden ser terapéuticos, sociales, deportivos, prácticos o económicos, pero no imposibles.
Cuando una persona utiliza auténticos dispositivos radiónicos, puede detectar con facilidad los parámetros vibratorios que tienen que ver con la situación positiva que se quiere alcanzar. Esto se realiza a través de la placa detectora del aparato de radiónica. A partir de ahí la persona puede usar esos parámetros vibratorios aplicándolos a su propia situación vital o la de otras personas que lo necesiten. Esto se hace fácilmente a través del mismo aparato de radiónica.
La teoría radiónica explica cómo este método de actuación desencadena una serie de mecanismos automáticos que implican cambios en la dirección deseada. Como si el Universo se confabulara para facilitar la solución. Los cambios generados encauzan al usuario para que se produzcan resultados que le lleven a obtener lo que desea. Un enfoque similar al expuesto en la moderna física cuántica, en la que se demuestra que el investigador influye con sus expectativas en el comportamiento esperado de la materia.
En terapia alternativa, la radiónica actúa a nivel exclusivamente bioenergético, con cambios que pueden ser muy positivos, permitiendo mantener los tratamientos convencionales. La radiónica no busca sustituir sino sumar y complementar.
Los mismos principios que rigen para la terapia, son los que operan en otras situaciones vitales. Detectamos, amplificamos y utilizamos vibraciones de éxito en cualquier campo de interés. Aplicamos lo armónico sobre lo desarmónico, lo positivo sobre lo negativo, el éxito sobre el fracaso. Cuando se lleva a cabo este proceso, la posibilidad de transformación se dispara, permitiendo la evolución y el cambio.
La teoría radiónica se basa en este fascinante enfoque. Si es usted una persona de mente abierta, la propia experimentación le llevará a comprobar personalmente la utilidad de este método de desarrollo e influencia personal.
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