Esto que hace por las mañanas puede llegar a ser muy peligroso
Más de un treinta por ciento de las personas que toman café habitualmente se preparan uno antes de iniciar cualquier actividad matinal. Casi un cincuenta por ciento de los cafeteros estaría en disposición de abandonar el uso de su móvil antes que dejar de tomar esta bebida. Y según otra encuesta, más del cincuenta por ciento de quienes toman café preferirían ganar 5 kilos antes que renunciar a su bebida preferida.
Sin embargo, hay un peligro importante a la hora de consumir café. Se llama acrilamida y puede estar presente no sólo en el café sino también en productos como las patatas fritas y otros snacks que habitualmente se consumen en las casas.
En California, recientemente un juez dictaminó que las empresas deberían advertir en los envases de café que la acrilamida presente en el mismo es un importante carcinógeno. Es decir, puede producir cáncer.
Las empresas cafeteras han dicho que el sabor del café (y por tanto su venta) se podría ver afectado si se elimina este componente dañino, así que la batalla está servida.
¿Qué se puede hacer al respecto? Como mínimo ser conscientes de que muchos productos procesados que consumimos habitualmente pueden ser muy dañinos. Lo segundo es meditar si podemos limitar su consumo sin necesidad de llegar a renunciar totalmente a los mismos.
Si toma cuatro tazas de café al día, quizá podría reducir su consumo a la mitad. Si consume snacks artificiales, quizá se podría pasar a otros orgánicos muy sabrosos sin los componentes dañinos que pueden perjudicar seriamente su salud.
No podemos escapar a todos los peligros que nos pueden afectar debido a la alimentación moderna. En la práctica, es muy difícil mantenerse fuera completamente de cualquier cosa alimento o bebida que afecte a nuestra salud, pero si podemos tomar consciencia de lo que comemos y reducir los consumos sin tener que privarnos completamente de lo que nos agrada especialmente.
Si nos paramos a pensar, los hábitos inconscientes nos hacen consumir lo que nos gusta, pero no siempre disfrutamos plenamente de ello. Así, si su caso implica tomar cuatro cafés diarios, puede pensar en cuáles son los absolutamente indispensables en su caso (quizá sólo dos o uno) y sustituir los otros por alguna infusión benéfica. El paladar es algo que puede reeducarse poco a poco para adaptarlo a lo que nos conviene.
Puede programar su aparato de radiónica para abandonar un mal hábito o para adquirir de manera gradual una costumbre que le beneficie. Experimentar con la radiónica para adquirir sanas pautas de vida puede ser un ejercicio interesante que le demuestre las múltiples posibilidades de disponer de su propio dispositivo radiónico y sacarle el máximo de partido.
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