Hábitos sencillos para evitar tipos de cáncer de mayor incidencia
Mantener la salud nos permite aprovechar al máximo nuestra existencia facilitándonos el acceso a metas que serían imposibles de alcanzar sin un organismo sano. Unos sencillos cambios en nuestra dieta pueden facilitarnos la tarea y disminuir las posibilidades de enfermar.
En el caso de cáncer de colon (cada vez más presente en nuestra sociedad avanzada), consumir cereales integrales se asocia con una menor incidencia de la enfermedad. El consumo esporádico de yogurt desnatado, sin azúcar y con bacterias benéficas como el bífidus puede ser también beneficioso.
Tomar el sol con mucha moderación y la adecuada protección, también nos aportará la vitamina D esencial para múltiples procesos y para ayudarnos a prevenir el cáncer de colon. Esta es la mejor manera de asimilarlo y recibir sus ventajas.
Los antioxidantes presentes en el té verde y el café (mejor orgánico) parecen estar relacionados con la reducción del riesgo de cáncer de recto y colon cuando se consumen moderadamente.
La Organización Mundial de la Salud elevó en 2015 alimentos como embutidos, jamón, carne en lata, ahumadas, tocinos, salazones y cecinas y otros similares a la misma categoría de riesgo que el amianto, el tabaco y el alcohol. No se trata de eliminar completamente estos alimentos sino de consumirlos espaciadamente y sustituirlos por otros más sanos cuando sea posible.
El pescado azul parece relacionarse también con menor incidencia de cáncer de colon y pólipos. Los suplementos de magnesio y el ajo parecen ayudar a mantener la salud y alejar estos tipos de cáncer.
Por último, practicar habitualmente algún deporte mejora las funciones vitales y disminuye la incidencia de los tumores y otros tipos de enfermedad. Tenga presente su edad y condiciones físicas para adaptarse a ellas. Tres veces por semana puede ser una media aceptable para entregarse al ejercicio adecuado, además de un buen paseo diario.
La teoría sobre la armonización energética en la que se basa la radiónica nos muestra como los dispositivos radiónicos también pueden a seleccionar los alimentos más adecuados para cada organismo en función de sus características vibratorias. Por otra parte, sirven para equilibrar a ese nivel y mejorar el entramado estructural sutil que soporta la vida en estado saludable.
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