Influencia y acción positiva a distancia. ¿Es posible?
La teoría radiónica no es la única que explica la posibilidad de ejercer influencia positiva y reguladora en personas, animales y plantas a través de los llamados enlaces estructurales. Estos enlaces son conexiones energéticas o vibratorias entre un sujeto y una muestra o elemento que lo representa.
El fallecido científico e investigador ruso Leonid Leonidovich Vasiliev (1900-1966), realizó numerosos experimentos en el campo de la influencia a distancia durante el siglo XX. En estos experimentos, intentó ejercer acción sobre las funciones fisiológicas y psicológicas de sujetos distantes utilizando su concentración mental y su intención. Algunos de estos experimentos involucraron a personas situadas en lugares muy separados geográficamente. En 1934 este investigador y su equipo consiguieron inducir al sueño a diferentes personas mediante sugestión mental realizada a distancia, publicando sus hallazgos en artículos y diversos libros. El más conocido se tituló “Experimentos de influencia a distancia” y estaba dirigido a la comunidad científica de su tiempo.
Pero Vasiliev no fue el único que comprobó y ratificó esta acción a distancia. Ya en el año 1869 un médico francés llamado Alexandre Dussar mostró que era capaz de generar, también a distancia, relajación, sueño y estados de bienestar en distintos sujetos. Otro médico de la misma época apellidado Hericourt realizó en 1878 un experimento con una de sus pacientes, descubriendo que era capaz de hacer que saliera de casa y anduviese por la calle sin que ella se percatara de que había recibido esa indicación a distancia a una hora determinada, mediante la concentración del médico.
En el siglo XX otros investigadores como Cleve Bacster y Marcel Vogel realizaron experimentos con plantas mostrando que reaccionaban a distancia a los pensamientos siguiendo unas pautas de acción determinadas.
Por otra parte, David V. Tansley en su libro “Las dimensiones de la radiónica” menciona que en 1960, un médico llamado George Laurence, en su publicación “Knowing and Affecting by Extra Sensory Means” dijo: “…No estoy muy seguro de estar más cerca de saber cómo opera, o por qué lo hace….sin embargo, sé, sin sombre de duda, que realmente funciona y que podría dar respuesta a innumerables problemas”
La teoría radiónica considera que todo en el Universo está conectado a nivel energético, dado que, en última instancia, todo está formado por átomos y partículas que se relacionan entre sí. El ser humano puede emplear una metodología adecuada e instrumentos especialmente configurados para amplificar su intención, transferirla al espacio y generar cambios en sí mismo y en otros. La radiónica real utiliza procesos sencillos y efectivos. Esto puede implicar mejoras a nivel de terapia, cambio de actitudes o corrección de circunstancias adversas. Recordar que los usuarios de radiónica la emplean también sobre plantas y animales, con resultados sorprendentes.
Empleando un auténtico dispositivo radiónico de calidad y bien estructurado, cualquier persona puede realizar con facilidad múltiples experimentos que permiten observar la influencia positiva a distancia. Un genuino dispositivo radiónico facilita una conexión energética precisa. Esto permite introducir parámetros correctores mediante distintos procedimientos (ratios radiónicos, homeopatía, plantas, suplementos y un largo etcétera de elementos correctores). No hay nada mágico en todo esto. Sólo principios de bioenergética, física cuántica y entrelazamiento de partículas. Realidades que conforman el Universo y la estructura de la realidad que compartimos.
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