Intolerancias alimentarias y lesiones musculares
Nunca antes parece haber habido tantos problemas entre la población en general, en todo lo relacionado con las intolerancias alimentarias. Millones de personas sufren en mayor o menor medida estos padecimientos y desde una edad cada vez más temprana. Cabría considerar varios aspectos en relación a este asunto. El primero de ellos tiene que ver con los alimentos que consideramos como positivos para nuestro organismo. El segundo es si esos alimentos tienen algún tipo de alteración a cualquier nivel que hace que nuestro organismo reaccione y por último si consumimos demasiada cantidad de unos determinados alimentos y eso provoca una intolerancia por exceso.
Tradicionalmente se ha considerado el pan como comida básica, pero cada vez hay más personas que desarrollan celiaquía o una intolerancia importante con respecto al pan elaborado con gluten. Invitamos a nuestros lectores a examinar con detenimiento si el pan que consume guarda consonancia con el elaborado antaño y si sus elementos básicos tienen algún tipo de modificación genética que provoque efectos secundarios a medio y largo plazo. Lo mismo ocurre con la leche. El ganado actual se ve sometido a tratamientos con medicamentos que pueden pasar a la leche que habitualmente se consume. Por otra parte, los seres humanos de los países desarrollados toman excesivos productos lácteos que pueden derivar en intolerancias por exceso.
Así llegamos a comentar el titular que encabeza este blog. Se da el caso de que las personas que sufren un exceso de problemas diversos relacionados con lesiones musculares, dolores articulares y alteraciones óseas pueden estar padeciendo los efectos de una alimentación demasiado rica en trigo o en productos derivados de la leche. Consulte con su médico si cree que este pudiera ser su caso.
Hay que tener presente que un alimento que puede ser bueno para una persona, ocasiona daños en el sistema digestivo o inmune de otra. Lo ideas sería testar en un momento dado, lo que comemos habitualmente. Incluso los alimentos considerados como sanos pueden ocasionarnos problemas por diversas causas. Puede optar por realizar un análisis de sangre para detectar intolerancias, si su médico considera que usted puede padecer algún problema de este tipo.
Por otra parte, incluso en un análisis de sangre, a veces no se detecta lo que llamamos intolerancia energética o alimentos que restan vitalidad general. Un test kinesiológico puede ser de utilidad en este caso (consulte especialistas en kinesiología cerca de su hogar) o también emplear un dispositivo radiónico donde pueda medir cómodamente el impacto sobre su campo vibratorio de cualquier alimento o conjunto de alimentos en tan sólo unos segundos.
Las ventajas de testeo vibratorio radiónico vienen dadas por la inmediatez y por la posibilidad de considerar distintos alimentos para los diferentes miembros de la familia en muy poco tiempo. Esta es otra utilidad a tener presente si piensa en los beneficios de disponer de un equipo propio para uso personal.