La intención como motor de cambio
La teoría Radiónica postula que la intención de una persona puede influir en el objeto de su interés (o sujeto) de manera que se pueden conseguir modificaciones positivas en el mismo. Esta teoría coincide con las teorías sobre la influencia de la oración, la influencia de la visualización o el efecto de la meditación guiada.
La intención de cambio se produce cuando hay un deseo de generar una modificación en algo que no está sucediendo de la manera adecuada. Puede tener que ver con un problema de salud, una situación económica desfavorable, un evento relacionado con las relaciones entre personas o cualquier otra cosa que sea necesario resolver.
Es importante señalar que el deseo es la primera parte del cóctel necesario para lograr un objetivo. El segundo es la creencia firme de que podemos obtenerlo. Es la fe en que sucederá lo esperado. El tercer elemento imprescindible es la expectación. Una emoción intensa asociada a la espera. El combustible imprescindible para alimentar el motor de cambio.
Cuando el proceso completo se realiza correctamente, también empiezan a producirse movimientos diversos e intensos dirigidos a la modificación de la realidad. Esos movimientos pueden originarse en la misma persona que realiza el proceso o en distintos intervinientes del mismo. Cuanto más compleja es la situación, más posibilidades de interacción se producen.
Otra forma mucho más sencilla de facilitar un proceso de cambio es mediante la Radiónica. Un dispositivo radiónico bien estructurado permite modular y calibrar tanto la situación actual como la situación deseada. Sea en referencia a la realización de una acción terapéutica como a la realización de un objetivo personal, empresarial o grupal.
El operador (la persona que utiliza el dispositivo) dispone de elementos para ir evaluando los cambios y realizar un seguimiento. Puede conectar con la energía relacionada con la intención y también con la configuración energética del conjunto del objetivo final. Todo mediante las señales percibidas a través de la placa adherente y el empleo de diferentes diales.
Si utilizamos energía sutil accesoria (generador de orgón, por ejemplo) es posible modular este tipo de energía positiva para que sirva como poderoso combustible que mueva el proceso buscado.
Por último, es importante señalar, que la realidad que experimentamos no es fija. Está sujeta a cambios y puede ser moldeada. Partiendo de esta premisa podemos concluir que es posible sacar un mayor partido a la existencia modificando parámetros que no deseamos o accediendo a otros que nos parecen importantes.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.