La peligrosa adicción que más del 50% de la población padece
Es una auténtica plaga y va en aumento. Incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Provoca aumento de peso que puede llegar a ser irreversible, incrementa la grasa en la sangre, diabetes, hipertensión e ictus. Y esto es sólo una muestra del daño que causa.
Hablamos de las grasas trans presentes en bollería industrial, alimentos fritos procesados, mantequillas y margarinas, los diferentes “snacks”, salsas industriales, pizzas, hamburguesas y en general la llamada “comida basura” (o “comida chatarra”). El problema mayor es que este tipo de grasas en muy adictiva, pero es ampliamente usada por su bajo precio, por su facilidad para ser usada, su mayor vida útil y la potenciación del sabor que proporciona. Literalmente causa una fuerte adicción.
Cualquier persona interesada en mantener una buena salud a nivel personal y familiar debe tener presente esta faceta de la comida procesada y limitar su consumo en la medida de lo posible.
Sustituir la bollería industrial por pan de buena calidad con aceite de oliva para desayunar es un buen comienzo. Comer más fruta de postre e ingerir mayor cantidad de verduras es una buena meta a conseguir.
Recuerde que el primer paso para eliminar un mal hábito es ser consciente de que existe un problema real que necesitamos corregir. A partir de ese reconocimiento inicial, podemos potenciar el deseo de modificar esa conducta negativa. El siguiente paso será iniciar la estrategia adecuada para sustituir lo que nos hace daño, modificando el hábito dañino. Finalmente, utilizaremos nuestra voluntad para apegarnos a esa estrategia hasta que adquiramos la nueva conducta.
El paladar es algo que puede reeducarse sin necesidad de grandes sufrimientos. La radiónica puede usarse para reacondicionar con mayor facilidad nuestra apetencia por productos negativos. También para potenciar el deseo de consumir alimentos sanos, nutritivos y naturales. Por último, para incrementar nuestra fuerza de voluntad y adoptar nuevos patrones de conducta. Recuerde: Podemos modificar nuestra realidad si somos conscientes de nuestras capacidades y de las herramientas que hay a nuestro alcance para conseguirlo.
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