La radiónica y el fenómeno de la Sincronicidad
¿Ha pensado alguna vez en alguien y esa persona, de pronto, se ha puesto en contacto con usted? ¿Ha meditado sobre un posible suceso y, a los pocos días, ocurre algo similar a lo que usted imaginó? ¿Ha necesitado una solución a algún problema complejo y ha encontrado en poco tiempo alguna guía o medio para hallar la vía de salvación?
A principios del siglo pasado el médico y psiquiatra Carl Gustav Jung, escribió un libro famoso llamado Sincronicidad, donde teorizó sobre hechos coincidentes vinculados de forma causal. Es decir, sucesos en los cuales uno era la causa de otro, o lo que es lo mismo, donde un acontecimiento parecía ser el origen de otro. Generalmente el segundo satisfacía de alguna manera el planteamiento del primero o estaba enlazado por su contenido.
Aunque la sincronicidad puede parecernos producto de la más pura casualidad, una visión más profunda de este fenómeno puede llevarnos a reflexionar sobre cómo estamos conectados a través de nuestra mente con el mundo que nos rodea, los demás seres humanos y también otros seres vivos. De esta manera, si nos enfocamos correctamente, podemos obtener respuesta a nuestras necesidades mediante esa conexión invisible.
La visualización creativa es una forma deliberada de forzar la sincronicidad. Es decir, podemos concentrarnos en una imagen fija o imágenes en movimiento que determinen un proceso en el cual nos vemos envueltos. Esta técnica busca que lo que representamos una y otra vez en nuestra mente se termine haciendo realidad. La visualización funcional precisa de constancia y mantenimiento de un proceso de imaginación definido. Si pensamos sobre la obtención de un objetivo y cada vez que pensamos sobre ese objetivo incluimos imágenes diferentes, estaremos interfiriendo el proceso de creación, pues no estableceremos una vía de acceso clara. Sería como si deseásemos llegar de un punto X a un punto Z, pero estuviésemos continuamente pensando en rutas diferentes de acceso. La indecisión impediría que iniciáramos ni siquiera uno de los caminos.
La radiónica simplifica el proceso. Cuando se trata de terapia, enlazamos el estado actual de un sujeto a una vía de influencia regeneradora positiva. Sintonizamos esa vía mediante el dispositivo radiónico y la placa adherente. Hacemos lo mismo con objetivos deportivos, económicos, sociales, personales, de relación o de cualquier otra índole. También podemos actuar sobre las circunstancias de otras personas y ayudarles a que los procesos tiendan a suceder de la forma más adecuada posible en función de sus posibilidades presentes. Es un proceso rápido, sencillo y efectivo si empleamos el dispositivo funcional adecuado, potente y preciso.
No hay nada mágico en esto. La teoría radiónica muestra que todos podemos influir sobre los átomos y partículas que conforman nuestra realidad. Es pura física vibratoria. El empleo de un buen aparato radiónico puede ayudarnos a establecer la realidad que deseamos. Si no tomamos las riendas de nuestro destino, otros lo harán por nosotros y pasaremos a formar parte útil de lo que esas personas construyan para sí mismas. ¿Quiere decidir por usted o simplemente prefiere que sean otros los que determinen cuál será el devenir de su existencia para el provecho de ellos? Esta pregunta reflexiva le ayudará a tomar las decisiones adecuadas.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.