LA RADIÓNICA Y LA RADIESTESIA.
Ya hemos comentado y seguiremos comentando las enormes posibilidades de la radiónica, pero hoy hablaremos también de las similitudes con otra actividad prácticamente idéntica en cuanto a percepción de energías y vibraciones pero que sin embargo es mucho más conocida por el público en general.
Casi todo el mundo ha oído hablar, ha visto actuar o incluso ha contratado los servicios de un “zahorí” o “rabdomante”, en realidad un “radiestesista”. La persona que realiza esta actividad detecta, entre otras muchas posibilidades, aguas subterráneas con enorme facilidad empleando una rama en forma de horquilla, unas simples varas metálicas o un péndulo. Curiosamente está considerada una actividad “pseudocientífica” al igual que la radiónica, pero no por ello deja de ser muy efectiva y utilizada.
Un zahorí con experiencia puede descubrir vetas de mineral, objetos escondidos o yacimientos de diversas características, detectando incluso los metros necesarios para excavar o perforar. Lo interesante es que es una actividad que se puede aprender y desarrollar de forma metódica para poder apreciar los cambios musculares que se evidencian a través de los sencillos instrumentos mencionados (rama, varas, péndulos y otros similares).
Hay evidencias históricas de esta actividad desde hace al menos 4.500 años. Sin embargo también ha sido objeto de muchas críticas definiéndola como “práctica supersticiosa” y “acciónes del diablo”. El propio Martín Lutero la calificó como “acto de brujería” que violaba el primer mandamiento. Hoy la ciencia oficial la considera “charlatanería” porque no encuentra una explicación que pueda parametrizar.
Resulta curioso que hay al menos tres estudios “científicos” que dicen demostrar que esta capacidad es falsa y que lo que hacen sus practicantes es simplemente un fraude. Sin embargo, la gente sigue contratando los servicios de los zahoríes porque son muy efectivos para la detección y perforación de pozos. Muchos de ellos sólo cobran cuando se realiza la prospección positiva. ¿Por qué iba nadie a contratar una y otra vez servicios que son un fraude o no sirven? ¿Cómo es que muchos zahoríes viven de esa actividad si todo es mentira?
En realidad la práctica de la radiestesia demuestra que los seres humanos tenemos en general la capacidad de percibir información diversa, mucho más allá de lo que creemos posible con nuestros cinco sentidos básicos y que podemos emplear estas capacidades para nuestro beneficio y el de otras personas.
La radiónica también es un sistema considerado por muchos como controvertido y “pseudocientífico” porque emplea dispositivos que se utilizan para detectar vibraciones y parámetros de información energética sutil que no están refrendados por la ciencia oficial. Sin embargo, los resultados de su utilización demuestran sus grandes posibilidades para una amplia serie de usos. Además, la utilización de un dispositivo radiónico facilita al operador la detección y uso de estas energías sin necesidad de un largo entrenamiento como en el caso de la radiestesia. Cualquier persona puede manejar básicamente la radiónica en cinco o diez minutos. Esa es su enorme ventaja. Por otra parte, con los dispositivos radiónicos el campo de actuación es mucho mayor y sencillamente sorprendente.
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