LA RADIÓNICA Y LAS AFIRMACIONES.
Hemos comentado varias veces los experimentos del Dr. Emoto con los cristales de agua conseguidos cuando se proyectaban sobre el agua frases positivas. Al congelar el agua, los cristales de hielo formaban estructuras simétricas de gran belleza plástica. Por el contrario, cuando se proyectaban sobre el agua frases negativas, los cristales que se obtenían resultaban desarmónicos y desestructurados.
La intención del operador plasmada en las frases escritas era el detonante básico para la realización de estas estructuras. Intenciones positivas representadas mediante palabras sin importar el idioma en que se realizaran. El lenguaje humano, con toda su enorme diversidad de idiomas, parece ser la expresión hablada y escrita de un nexo común. Podemos decir que un determinado idioma sería la expresión de un grupo humano en particular. Las personas que hablan distintas lenguas con soltura se dan cuenta que aprender un nuevo idioma permite el acceso no sólo a una comunicación más amplia sino a una cultura distinta y a comprensiones diferentes sobre una enorme diversidad de asuntos.
Los antiguos lo creían y los modernos psicólogos también lo refrendan: El lenguaje que usamos con nosotros mismos y con los demás tiene mucho poder. Puede hacernos cambiar nuestro modelo del mundo o mantenernos en una realidad determinada. Por otra parte, las religiones han usado oraciones y mantras desde tiempos inmemoriales con el objeto de conseguir estados alterados de conciencia y acercarnos a la divinidad (externa al ser humano o en la profundidad de su interior), con independencia de las creencias de cada cual.
Con los aparatos de radiónica podemos usar afirmaciones, palabras de poder, decretos, oraciones o mantras con el objetivo de volcar su intención poderosa sobre una determinada persona para lograr cambios profundos. Bien sea sobre el propio operador de un equipo radiónico o sobre una persona distinta. Lo interesante es observar la rapidez del efecto y cómo puede obrar verdaderas maravillas en determinadas situaciones. También es posible utilizar música, fotografías, dibujos, esquemas y representaciones con significado.
El objetivo es impregnar el campo vibratorio de la persona sobre la que se ejerce la acción con el conjunto de expresiones que sean más apropiadas para lograr cambios positivos.
La experimentación radiónica puede ser tan extensa y apasionante como cada persona desee. El límite a las aplicaciones lo pone el propio operador. Las ventajas pueden ser verdaderamente gratificantes.
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