Lo que quieren hacer el 70% de los fumadores y lo que esto nos enseña
Un sorprendente estudio realizado por investigadores competentes de la Univesidad de Carolina del Norte, publicado en la revista International Journal of Environmental Research an Public Health sobre un total de casi 800 fumadores mostró algo muy interesante.
El 70 % de los fumadores habían intentado dejar de fumar influidos por los riesgos añadidos de contraer coronavirus o dolencias importantes como consecuencia de este hábito negativo desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, lo que finalmente ha ocurrido es que un 40,1 % de ellos ¡Fumaba más ahora!
¿Por qué sucede esto? Sencillamente porque la ansiedad parece haber aumentado en todas las capas de la sociedad. La gente no sólo está preocupada por la posibilidad real de contraer una enfermedad que puede llegar a ser peligrosa, sino por las consecuencias de la pandemia en muchos de los aspectos de la vida cotidiana. El riesgo de perder el empleo, ganar menos dinero, la mayor dificultad para acceder a tratamientos, la necesidad de una vacuna o la incertidumbre sobre sus consecuencias, no poder pagar las facturas, no poder hacer frente a la hipoteca, el aumento esperado de impuestos o la incertidumbre de un futuro más problemático, entre otros, son factores claves que han hecho que muchos busquen gratificaciones instantáneas al malestar psicológico en aumento.
Esta situación no sólo ocurre con el tabaco sino con conductas adictivas de todo tipo que se han visto potenciadas por las mismas razones expuestas. Incluso en relación al consumo de alimentos poco recomendables que ha resultado en un aumento de peso medio de los ciudadanos ¿Qué se puede hacer sobre esto? Lo primero de todo es tomar consciencia del problema particular que nos aqueje. Después, reflexionar sobre las causas (con objeto de actúa sobre ellas) y, por último, tomar la determinación de realizar cambios que nos permitan modificar las conductas negativas. Esto último es quizá lo más importante, siempre se precisa que haya un deseo real de cambio para que cualquier proceso de mejora se lleve a cabo. Sobre todo, en relación a las conductas que implican una adicción.
Sin la premisa mencionada, nada va a servir. Ni los tratamientos convencionales, ni los medicamentos, ni las terapias conductuales. Por otra parte, se requiere el desarrollo de la voluntad. La fuerza de voluntad es la energía interna, el impulso y la fuerza que nos lleva a superar los obstáculos y a conseguir nuestros objetivos. Se considera que la fuerza de voluntad es una de las herramientas más poderosas que una persona pueda tener. ¿Cree que su fuerza de voluntad es débil o inexistente? Si la respuesta es afirmativa, no desespere. La mejor noticia es que la fuerza de voluntad es como un músculo. Puede trabajarse y desarrollarse a cualquier edad. Pero volvemos a lo mismo de antes: Es necesario que tome la determinación para desarrollar su fuerza de voluntad como motor de cambio, no sólo para las conductas adictivas sino para conseguir cualquier otro objetivo que valga la pena.
Deseo de cambio, determinación y fuerza de voluntad son los tres pilares que sustentan la existencia de las personas que consiguen sus metas y reciben la recompensa esperada. Cuando trabajamos con radiónica, podemos actuar sobre cualquiera de estos aspectos para potenciarlos y encontrar maneras de acelerar la incorporación de estos valores en nuestra vida diaria. Recuerde que programarse para el éxito es otra de las posibilidades de uso de un dispositivo radiónico.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.