Los límites de la radiónica y su verdadero potencial
Es absolutamente falso que la radiónica sirva para solucionarlo todo. La realidad es que la radiónica no puede hacer cosas imposibles que no tienen cabida en el mundo real, como hacer que una persona tenga alas o conseguir que un anciano de 80 años corra 100 metros en menos de 10 segundos. La auténtica radiónica es mucho más seria que eso.
Lo que sí puede hacer la radiónica es conectar su realidad presente, en relación a un determinado interés, con posibles realidades futuras potenciadas o mejoradas. La radiónica sería como una visualización positiva permanente, un enfoque directo a cualquier tipo de meta. Muchos teóricos y escuelas de pensamiento validan que la concentración mental y energética sobre deseos y estados potenciados provocan modificaciones en las estructuras de la realidad, generando posibilidades de acercamiento y posterior consecución de lo que se pretende conseguir. Autores reconocidos y famosos como Napoleón Hill, Dale Carnegie, Louise Hay o el Dr. Wayne Dyer apoyan el uso de la visualización y el enfoque mental continuado.
Pero la radiónica va mucho más allá. No sólo se conecta a una persona con un deseo. En concordancia con expertos en bioenergética, la radiónica postula que hay vibraciones específicas presentes en cualquier cosa o situación. Al igual que hay unas características físicas y estructurales que diferencian un cristal de cuarzo de un trozo de madera, todo tiene una “huella vibratoria”. La radiónica identifica esa vibración particular y genera una conexión con ella. Esto tiene un enorme potencial en la práctica.
Cada persona tiene su huella vibratoria, cada situación tiene una energía diferenciadora y cada tendencia tiene rasgos que la hacen única. Un auténtico dispositivo radiónico, a través de sus diales y su “placa adherente” permite localizar la configuración energética relacionada con el objetivo que se persigue. Esa configuración energética o huella vibratoria, es usada para generar nuevos estados acordes a esa vibración concreta.
En terapia se busca conectar el estado de desequilibrio o enfermedad de un órgano o conjunto de órganos con el estado correspondiente de equilibrio y salud. En otros asuntos, conectamos el estado de carencia con el estado de plenitud. La falta de algo que se necesita con la vibración de abundancia de ese algo. El deseo de obtención de un objetivo con la consecución de ese objetivo. Cualquier necesidad con aquello que permita satisfacer esa necesidad. Al realizar esta acción las posibilidades de consecución de lo buscado se multiplican. Imagine las aplicaciones prácticas que esto conlleva y cómo podría serle de gran utilidad en su caso.
La ciencia oficial no reconoce todavía los postulados de la radiónica, ni tampoco muchos de las teorías de la física cuántica en los cuales la radiónica tiene coincidencias. En cualquier caso, la experimentación y el uso de la radiónica tiene más de cien años de historia exitosa. Cualquier persona puede acceder a ella y comprobar sus resultados. Recuerde emplear siempre dispositivos auténticos, garantizados y de calidad para asegurar experiencias positivas.
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