LOS ORÍGENES DE LA RADIÓNICA II. EL DESCUBRIMIENTO DEL DR. ABRAMS
Hace años, y en la época del Dr. Abrams especialmente, los médicos percutían con los dedos el abdomen de los pacientes con el objetivo de encontrar anomalías. Ya hemos dicho que el Dr. Abrams era un médico brillante y que siempre estaba buscando ir más allá en la profundización de sus conocimientos. Una tarde, mientras examinaba a un paciente con cáncer bucal, notó que el abdomen del enfermo registraba un sonido pleno en lugar del sonido timpánico habitual. Pero esto sólo sucedía cuando colocaba al paciente en dirección este, mientras que en las otras direcciones el sonido era el habitual.
Más tarde comprobó que esto ocurría invariablemente con todos los pacientes aquejados de cáncer pero que no pasaba en los que estaban sanos. Concluyó que había una relación con el magnetismo terrestre y la manifestación audible de la enfermedad. Más tarde pensó que las células estaban formadas por átomos y que los átomos podían verse influenciados por energía eléctrica o electromagnética. También, que dada la actividad eléctrica de la materia, se podía pensar que las células tenían una medida vibratoria y que esta medida debería ser diferente dependiendo de si un tejido estaba sano o si estaba enfermo.
Supuso que la energía o radiación producida podría ser canalizada a través de hilos como sucedía con la corriente eléctrica. Utilizando a un individuo sano conectado a electrodos y a una muestra de tejido de otra persona podía examinar al individuo sano como si estuviese analizando al enfermo a través de su muestra. Más tarde pensó que podía utilizar un sistema más sencillo de utilizar por una persona inexperta. Para ello creó un instrumento simple al que llamó “reflexófono” que utilizaba un sistema de sintonización mediante manivelas. Descubrió que la sífilis registraba una resistencia de 55 ohmios, que el cáncer lo hacía en 50 y que la tuberculosis mostraba reacción en 42. Más tarde comprobó que se podían hacer exámenes muy precisos utilizando una simple gota de sangre del paciente enfermo.
Si había una radiación terrestre que influía en la medición de las patologías y cada estado de enfermedad se podía identificar mediante un patrón eléctrico, era factible pensar que un campo magnético artificial también podía influir sobre las alteraciones que producían enfermedad. Es decir, que sería factible pensar que se podía inducir la restauración de un patrón energético correspondiente al de una persona sana.
Abrams creo su aparato llamado “osciloclasto” que buscaba mediante diales ajustar el estado presente al estado de salud vibratoria adecuado. Modificar el estado alterado con el estado de equilibrio energético, para que esto se trasladara después al nivel de los tejidos físicos. Los pacientes se curaban inexplicablemente para sus colegas médicos. Pero los enfermos no sentían nada extraño mientras ocurría el proceso, por lo que muchos doctores lo tildaron de un sistema “mágico” que curaba simplemente por sugestión. Lo cual no era cierto y estaba muy lejos de la mentalidad científica del Dr. Abrams
Durante años, el Dr. Abrams arriesgó su bien ganada reputación como médico brillante investigando los efectos de los llamados reactivos en el organismo, mostrando como había cambios medibles cuando se identificaba una determinada vibración positiva presente en un compuesto, remedio o incluso “onda de forma” y se le aplicaba a una persona a través de una conexión energética. Incluso demostró con sus aparatos como los pensamientos producen energía medible y que esta puede utilizarse para influir sobre un entorno de manera positiva y proactiva. En la actualidad hay estudios realizados en laboratorios que muestran la influencia de los pensamientos sobre los estados de la enfermedad y la recuperación de la salud.
La Radiónica utiliza los principios de los llamados “Campos de Información Intrínseca” mediante dispositivos a través de los cuales se busca identificar patrones desarmónicos al mismo tiempo que los patrones de equilibrio. La idea es influir sobre la realidad alterada mediante la conexión con la realidad armónica. También se ha calificado a los dispositivos radiónicos como potenciadores teóricos de las capacidades humanas y amplificadores de las posibilidades de acción de las personas que los utilizan.
Las posibilidades de experimentación con dispositivos modernos de radiónica son amplias y muy interesantes.
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