Mensajes subliminales. Cómo sacar partido de ellos (Parte 1)
Los mensajes subliminales son aquellos que son captados por nuestro cerebro, pero se perciben por debajo de nuestro nivel de consciencia ordinaria. Esto quiere decir que no nos damos cuenta de que la información ha entrado en nuestra mente y por tanto puede influir en nuestras acciones de alguna forma.
El experimento más conocido sobre percepción subliminal, fue el que supuestamente llevó a cabo James Vicary en el año 1957. Este publicista insertó un fotograma de la bebida “Coca Cola” en una secuencia de una película que se proyectaba en una sala de cine. Se necesita una serie de fotogramas continuados para que el cerebro vea conscientemente una imagen. Si se coloca uno sólo, el paso del fotograma durante el visionado de un film es tan rápido que el ojo no lo ve de forma consciente. Sin embargo, parece que la información sí pasa al cerebro. De hecho, en el caso que mencionamos parece ser que, al acabar la sesión de cine, los espectadores consumieron mucha más bebida de esta marca de lo que era habitual.
En la actualidad, oficialmente, hay limitaciones y prohibiciones a este tipo de publicidad en algunos países. Sin embargo, en general los mensajes subliminales pueden enmascararse de muchas formas diferentes y el público no es consciente del uso abundante de estas técnicas en los comunicados comerciales modernos. Por otra parte, no hay controles efectivos para identificar y determinar la publicidad que puede darse por lícita en este campo.
La BBC británica llevó a cabo un experimento en el año 2006. Fueron 98 los participantes voluntarios en la prueba. Primero se les dio una bolsa de patatas fritas para estimular la sed de los participantes. Después se hicieron dos grupos. Ambos grupos visionaron la misma película corta de tres minutos. El grupo A visionó la película que se había manipulado con mensajes subliminales. Para ello, se insertó flashes de diez milisegundos con la palabra “Lipton” y cada flash apareció cada periodo de cinco segundos. Esto se hizo con una técnica especial de inserción elaborada por el equipo investigador. El grupo B visionó la misma película, pero sin manipulación subliminal.
Al final, se ofreció a ambos grupos una bebida a elegir entre una marca de agua mineral y una bebida de té Lipton. El grupo que había visto la película con los mensajes subliminales eligió un 9% más de té Lipton que el otro grupo. Esto es una gran diferencia y puede representar un aumento de ventas muy importante para una empresa.
El uso positivo de los mensajes subliminales puede presentar múltiples ventajas que seguiremos analizando en siguientes comentarios. Mostraremos más información sobre este tipo de transmisión de información y también cómo sacar partido de esta técnica a nivel personal.
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