Modular los pensamientos, la clave para sacar más partido a la vida
La sabiduría popular ha observado que cuando se inicia el día con los pensamientos en negativo, es fácil que los acontecimientos de ese día ocurran de la peor manera. Aunque pudiera ser que hubiese una razón específica por un problema mayor, en condiciones normales podemos elegir libremente el devenir de nuestras experiencias vitales
Al levantarnos por la mañana, si hemos dormido bien y suficiente, la mente se siente descansada y libre de pensamientos. Las emociones acumuladas del día anterior quedaron liberadas por el sueño y por el descanso físico. Es un momento de gran sugestibilidad. Si no tomamos consciencia de esto, cualquier suceso externo negativo puede condicionar nuestra relación con el mundo. Así, tropezar y hacernos daño con un mueble, derramar el café o escuchar una mala noticia temprano pueden hacer que comencemos con un sesgo negativo todo lo que venga a continuación.
Las escuelas de pensamiento tanto clásicas como modernas dan mucha importancia a programar nuestra mente de manera positiva al levantarnos como forma de experimentar una jornada al máximo de nuestro potencial. Si conjugamos la mente y el cuerpo con la misma idea de lograr lo mejor, el efecto se verá incrementado de forma exponencial.
Lo ideal será, que tan pronto como nos despertemos, comencemos con una visualización de cómo deseamos que transcurra nuestro día. No es necesario que sean más de cinco minutos de imágenes mentales positivas desarrollando nuestras actividades habituales de la mejor manera y con los mejores resultados. Después se sugiere realizar algunos ejercicios sencillos de estiramiento y movilización física, con énfasis en las articulaciones para que la energía vital circule con libertad por el organismo. Si practica algún modelo de trabajo físico como el yoga o pilates, puede llevar a cabo una tabla rápida de ejercicios fáciles para pasar del reposo de la noche a la actividad diaria sin sobresaltos.
Siempre se puede alargar tanto el periodo de visualización como el de ejercicio, pero la experiencia muestra que, si se pide demasiado, o bien no hará nada o lo hará tan sólo unos días para abandonar el hábito con rapidez.
Programar nuevos hábitos puede ser mucho más sencillo si nos ayudamos de la radiónica para auto programar nuestras acciones. No olvide que, según varios estudios, para que un hábito se instale en su mente y cuerpo, debe llevarlo a la práctica un mínimo de 21 días. A partir de ese periodo será más fácil mantenerlo y mejorarlo. Puede emplear su dispositivo radiónico como medio de lograr que un pensamiento positivo determinado impregne su estructura vibratoria de manera más rápida y profunda. Haga la prueba y observará cómo será más sencillo tanto de llevarlo a la práctica como de interiorizarlo.
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