Nikola Tesla y la conexión invisible
El genial inventor Nikola Tesla era un ferviente observador de la realidad. Según él mismo decía, esto le permitía realizar profundas reflexiones que le llevaron a descubrimientos e inventos trascendentes. En su autobiografía, Tesla escribió literalmente que, los seres humanos, aunque parecemos bastante independientes unos de otros, estamos conectados por enlacen invisibles.
También dijo que cuando se establecía una vinculación con otro ser humano mediante algún medio, era posible percibir diferentes alteraciones que esa persona sufría. Mencionó que esto se había confirmado en múltiples observaciones personales e invitaba a otras personas a prestar atención a este fenómeno de interés.
Entre los casos que Tesla menciona, relata su experiencia personal de percibir el momento exacto en que su propia madre falleció, a pesar de que ella se encontraba a muchos kilómetros de distancia. Tesla pudo confirmar posteriormente que el acontecimiento había sucedido justo el día y a la hora exacta cuando él lo sintió y lo pensó.
Parece ser que Tesla comenzó a trabajar en aparatos que permitieran facilitar esta conexión inalámbrica entre seres humanos, coincidiendo en su tiempo con otro investigador, el Dr. En medicina Albert Abrams. Los aparatos de Tesla no llegaron a quedar finalizados, pero los de Albert Abrams sí terminaron su desarrollo.
El Dr. Abrams se dio cuenta de que podía observar reacciones en ciertos circuitos eléctricos cuando colocaba en ellos muestras de personas, tanto sanas como enfermas. A través de diales y potenciómetros, Abrams comprobó cómo las señales percibidas eran diferentes dependiendo de las distintas muestras y enfermedades. Estableció patrones vibratorios para estados de salud y patrones vibratorios para estados de enfermedad. Lo más sorprendente es que cuando utilizaba muestras de personas con dolencias y les aplicaba los patrones de salud, mediante los circuitos mencionados, los afectados recuperaban el bienestar.
Parecía haber una conexión entre la muestra y el paciente. También entre el paciente y el operador del circuito, que determinaba el ajuste necesario en el aparato para conseguir tanto la conexión como la recuperación esperada. Todo esto coincidía con las observaciones de Nikola Tesla sobre las conexiones invisibles entre humanos.
Posteriores investigaciones mostraron que esa conexión vibratoria existe no sólo entre humanos sino también entre humanos y animales o entre humanos y plantas. Como si todos los seres vivos estuvieran interrelacionados en la Naturaleza. Una conexión que podía establecerse a voluntad y también ser regulada para fines específicos de acción positiva. A esta rama de experimentación se le llamó Radiónica. Los dispositivos de radiónica permiten trabajar con patrones y vibraciones correctoras con el objetivo de influir positivamente sobre las personas, animales o plantas. El usuario de un equipo de radiónica también puede utilizarlo en relación a su propio organismo.
La teoría que sirve de base a la radiónica determina que no sólo es posible aplicar este sistema bioenergético a modelos de restauración terapéuticos, sino también con la intención de potenciar las capacidades humanas. También es posible incidir en otros aspectos de la realidad, dado que todo lo que somos y todo lo que nos rodea es una interacción de átomos y vibraciones en última instancia. Así, cualquier persona puede conectar a nivel vibratorio con objetivos e intereses particulares, para facilitar la vinculación con todo lo que sea positivo y de interés. Solucionar problemas diversos, alcanzar metas e influir sobre circunstancias que nos preocupan puede ser abordado por este sistema. Los resultados pueden ser realmente sorprendentes.