Peligro en las frutas y verduras
Resulta alarmante los residuos de pesticidas y plaguicidas presentes en la fruta y verdura en la actualidad. A partir de datos de 2018 y según un análisis realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, más de 30 pesticidas diferentes se encuentran en estos productos agrarios.
Ahora viene lo peor: algunos de estos pesticidas son disruptores endocrinos, lo que significa que pueden alterar el sistema hormonal de los consumidores. Respecto a esto, el Ministerio de Consumo declara que las concentraciones no superan los límites considerados peligrosos según las autoridades. El problema es que no se tiene en cuenta el efecto acumulativo de los mismos al consumir diferentes alimentos.
Cuando hablamos de “más de 30 pesticidas” hay que aclarar que, según el criterio del la Comisión Europea, pueden llegar a ser más de 70 según otras consideraciones. Para rematar el asunto, incluso se han detectado restos de DDT y Endosulfán, dos productos muy dañinos y prohibidos por la legislación. Lo que más debe hacernos pensar es que la Unión Europea mantiene un incumplimiento de la legislación que se cifra en algo más del 4 % (en España el 2,1 %) en referencia a la proporción excesiva de pesticidas, pero que otros países son mucho más relajados en relación a algunos de estos productos (incluso en países como los USA).
Lo ideal sería disponer de productos agrícolas que no estuviesen tratados con plaguicidas, como los cultivados de acuerdo a procesos completamente naturales y ecológicos, cuyo precio suele ser más elevado. Si esto no es posible, trate de lavar bien la fruta y verdura que compre, por muy buen aspecto que pueda presentar. No obstante, este método no eliminará algunos plaguicidas como el temido glifosato, que muchas organizaciones ecologistas tratan de que sea completamente prohibido por sus perversos efectos.
¿Quiere esto decir que no debemos consumir productos hortofrutícolas? Por supuesto que no, pero sí es bueno tomar conciencia de que, como consumidores podemos elevar nuestra voz apoyando las iniciativas que mejoren la seguridad alimentaria, interesarnos por respaldar a las empresas que utilicen métodos no dañinos de cultivo y escoger adecuadamente todo aquello que pongamos sobre nuestra mesa. Mejoraremos nuestra salud y también la del propio planeta.
No olvide que puede testar (a nivel vibratorio) el efecto que una determinada fruta o verdura ejerce sobre un determinado organismo, utilizando la radiónica. Para ello se comprueban las medidas de vitalidad de un sujeto antes y después de aplicar el alimento en cuestión sobre un circuito donde se haya depositado una muestra de dicho sujeto. Es una operación muy sencilla que se realiza generalmente con un puntero acoplado al dispositivo. El mismo tipo de fruta o verdura adquirido en diferentes comercios y distintas procedencias pueden mostrar variaciones muy llamativas que sería bueno considerar.
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