Radiónica y usos prácticos. Venta de propiedades
Ya hemos comentado que la radiónica se aplicó inicialmente sólo en el mundo relacionado con la salud y el bienestar. Este fue el planteamiento inicial de su descubridor, el brillante Dr. Albert Abrams. Entendiendo el Universo como algo material con una base vibratoria, actuando sobre el aspecto vibratorio se persigue la normalización del estado físico, ya que el último es una consecuencia del primero.
El principio de conexión de una situación actual con una situación deseada a través de representaciones alfa numéricas no sólo se manifiesta en lo relacionado con el bienestar orgánico, sino que también puede emplearse en otros múltiples campos.
La radiónica postula que todos estamos conectados y que podemos interactuar más allá de lo que permiten nuestros cinco sentidos. Nuestros pensamientos pueden ser percibidos de manera inconsciente por otros y al contrario también. Pero mediante un dispositivo radiónico es posible detectar información que de otra manera sería complicado hacerlo.
Hay seres humanos muy sensitivos que son capaces de sentir y percibir lo que les ocurre a otros, pero no es la norma en todas las personas. La ventaja de un aparato radiónico es que podemos utilizar su “placa adherente” para recibir información.
Hace poco uno de los usuarios de nuestros equipos nos comentaba que su trabajo está relacionado con el mundo inmobiliario. Este usuario empleaba su aparato radiónico para “percibir” información que le ayudaba a cerrar tratos con éxito. Cuando se disponía a poner en el mercado una determinada propiedad, consultaba el precio más apropiado para poder cerrar una determinada operación. Es decir, el precio de partida, el precio real al que un propietario estaría dispuesto a llegar para vender y el precio real que un comprador estaría dispuesto a pagar para hacerse con el inmueble. Esta información es crucial para poder negociar, ya que una persona puede estar hablando de unas cantidades, pero en su interior estaría dispuesta a llegar a unos límites completamente distintos.
Sorprendentemente había comprobado que no siempre el precio más económico era el mejor. A veces una propiedad ofertada a un precio superior tenía mejor acogida. Al principio creyó que los datos que percibía eran sólo producto de la casualidad, pero luego se dio cuenta de que estaba cerrando un 42% más de operaciones que antes y en un tiempo mucho menor.
Esta misma persona consultaba el mejor medio para colocar publicidad en relación a una determinada propiedad, la mejor fecha para hacerlo y si había posibilidad real de cerrar una venta con un determinado cliente. Esto le ayudaba a centrar sus esfuerzos en las operaciones más rentables, lo que había disparado sus beneficios con menor dedicación.
La ventaja de la radiónica frente a otros sistemas de autoayuda es la facilidad con la que cualquier persona puede manejar un dispositivo radiónico avanzado. Sólo es cuestión de seguir unas pautas y comenzar a experimentar.
¿Se anima a probar?
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