Reconozca sus éxitos para reforzar su autoestima
Una correcta dosis de autoestima es necesaria para mantener un equilibrio psicológico adecuado. Un buen medio para ayudarnos en este aspecto es tratar de recordar nuestros éxitos, por pequeños que sean, en lugar de centrarnos sólo en nuestros fracasos. Considerar nuestros errores es una buena manera de saber lo que no debemos hacer en el futuro y ayudarnos a superar dificultades venideras, pero quedarnos atascados en los fallos no es una opción positiva.
Teniendo en cuenta que el cerebro recuerda más fácilmente los acontecimientos acompañados de emociones fuertes, la gran mayoría de las personas subestima e incluso deprecia los éxitos que ha alcanzado en relación con el número de fracasos que ha experimentado (los fracasos suelen vivenciarse con mucha intensidad). Una de las formas de contrarrestar este fenómeno es centrarnos conscientemente en nuestros éxitos, rememorarlos con frecuencia y celebrarlos de manera que queden bien impresos en nuestro recuerdo.
Cuando se vea asaltado/a por la negatividad, recuerde que ha llegado hasta un punto de su vida que otros no han podido alcanzar. Desde sus comienzos como espermatozoide usted fue capaz de competir y llegar primero hasta el óvulo frente a millones que quedaron por el camino. Ya quedó patente desde sus inicios que usted es alguien que ha tenido éxito en el pasado y que podrá enfrentarse a los retos que encuentre en su presente y su futuro.
Enumere tantos éxitos como pueda y escríbalos. Piense en sus capacidades por pequeñas que sean: disfrutar ser capaz de apreciar un buen sabor, tener la visión necesaria para leer estas palabras o contemplar la belleza de una puesta de sol. Desde su primera infancia hasta ahora, por muy sencillas que pudieran ser: Participar en un simple juego y ganarlo, marcar un tanto o impedir que otros lo hicieran contra su equipo, ayudar a una persona mayor a hacer algo, sonreír con alguien enfermo y hacerle sentir mejor, aprobar una asignatura o pasar de curso, ser capaz de leer y escribir. Todos esos son éxitos como individuo y como ser humano. Cuando se sienta triste o crea que vale menos que otra persona, considere que cada individuo forma parte de un todo y que cada vivencia es importante para el conjunto de la especie humana.
La radiónica se utiliza frecuentemente para mantener un equilibrio energético que influya sobre nuestro bienestar mental. Muchos operadores la emplean con éxito para mejorar el estado de ánimo e incrementar su capacidad de concentración, memoria y equilibrio emocional de forma sencilla y rápida. Si dispone de un equipo radiónico de calidad, utilícelo también para ayudarse o ayudar a otros a recobrar su autoestima y positividad. Es algo muy sencillo de hacer y que merece la pena experimentar.
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