¿Se puede acelerar el aprendizaje musical?
El famoso concertista y virtuoso del violín Nathan Mirónovich Milstein comentó lo que uno de sus profesores le repetía con frecuencia: “Practique con sus dedos y precisará el día completo. Hágalo con su cabeza y será suficiente con sólo hora y media”.
Sin dejar de lado la práctica física, la clave no está en realizar horas y horas de ejercicios con un instrumento, sino en el periodo de tiempo en que se aprovecha el aprendizaje. Esta forma de pensar se expone claramente en el libro “El juego interior de la música”, escrito por Barry Green y T. Gallwey.
Los autores refieren dos tipos acciones envueltas en cualquier proceso de dominio de un arte: La superación de los obstáculos externos y la superación de los obstáculos internos (falta de confianza, nervios, lapsus de memoria, autolimitaciones, etc.). Según ellos, los obstáculos internos son los que presentan mayor interferencia en el aprendizaje. Si eliminamos nuestras interferencias mentales, podemos desbloquear rápidamente las barreras externas.
En radiónica se considera que un equilibrio mental adecuado se puede lograr con un equilibrio energético correcto, tanto a nivel neurológico como a otros niveles. Alcanzar un estado óptimo tanto de vitalidad como de relajación activa facilita el aprendizaje de manera extraordinaria.
¿Quiere aprender a tocar más rápido un instrumento? ¿Considera que ya se le pasó la edad? ¿Por qué no prueba con la programación radiónica? Puede actuar para lograr un mayor nivel de eficiencia, incrementar su capacidad de concentración, aumentar su determinación o directamente conseguir un dominio más profundo en mucho menos tiempo.
La radiónica no se limita al ámbito terapéutico. Puede utilizarse para mejorar el desempeño en múltiples campos de su interés. Generalmente con resultados sorprendentes.
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