¿Se puede modificar el ADN con el pensamiento?
Es lo que afirman un grupo de investigadores encabezado por el profesor de Richard J. Davison de la Universidad de Wisconsin. Además de este eminente profesor, el Biólogo Bruce Lipton también apoya esta idea en sus ensayos y libros sobre el tema. La ciencia de la Epigenética sostiene que los genes no programan nuestra vida de forma absolutamente cerrada, sino que estos se manifiestan de distinta manera de acuerdo a factores como el medio ambiente o nuestras emociones, actos y también lo que pensamos.
La mente puede gobernar los pensamientos, nuestras acciones y también las emociones, modulando las respuestas de nuestro organismo y por tanto el desenvolvimiento de nuestro potencial genético. Esto explicaría la autocuración y otras posibilidades de acción sobre lo que nos sucede. Por supuesto, lo que comemos, bebemos o la exposición a elementos que contaminen también puede determinar el desarrollo o la curación de enfermedades.
En Radiónica se considera que la base de cualquier cosa existente está íntimamente relacionada con patrones de información y codificación. Cuando enlazamos una situación alterada a nivel físico con la fuente de vibración correcta, podemos esperar resultados positivos o la solución de estados alterados que conllevan enfermedad. Sustituimos los patrones desarmónicos con pautas equilibradas y armónicas representadas con diales y/o ratios a través de circuitos especialmente diseñados.
Un antropólogo conocido llamado Jeremy Narby defiende la idea de que el ser humano puede conectarse a través de estados alterados de conciencia con una especie de matrix global de conciencia, con distintos objetivos. Esto sustentaría la idea defendida en Radiónica de que es posible establecer vínculos con los llamados “Campos de Información Intrínseca” o almacenamientos de información que recogen la vibración adecuada para cada cosa que podamos concebir, desde el correcto funcionamiento de un órgano o sistema físicos hasta una situación vital que no cumple su propósito o está en contraposición a lo que nos conviene.
Hasta ahora, la única forma de entrar en contacto con esa realidad vibratoria que contiene todas las posibilidades imaginables en nuestro universo físico, estaba relacionada con la meditación, la visualización o determinados estados alterados de la consciencia. La radiónica y sus dispositivos facilitan a cualquier persona la posibilidad de ampliar sus capacidades y probabilidades de avance de una forma mucho más fácil y rápida. Hasta niveles insospechados. ¿Se atreve a comprobarlo?
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