Seres vivos que equilibran y ayudan a sanar
A estas alturas nadie puede negar el efecto benéfico que la Naturaleza aporta a los seres humanos. Una visita a un entorno natural puede obrar maravillas en el estado anímico de una persona e incluso en su condición física. Los antiguos ya sabían que entrar en contacto con los árboles, por ejemplo, puede proporcionar bienestar casi instantáneo. En muchas escuelas de energética, se aconseja abrazar durante unos minutos árboles grandes con el objetivo de recuperar o incrementar la energía personal.
Es posible testar con un equipo radiónico los mejores árboles para estimular de forma particular a cualquier persona, de acuerdo a sus necesidades. Por supuesto también se pueden testar diferentes plantas medicinales para ver cuáles son las más adecuadas de entre las que proporcionen un remedio determinado.
Volviendo a los árboles, como norma general de acuerdo a las indicaciones obtenidas con dispositivos radiónicos, los que aportan más energía positiva (entre los comunes) son el abedul, el manzano, la acacia y el pino (aunque este último puede ser incompatible con algunas personas).
En cuanto a los que liberan energía sobrante y actúan como equilibradores, mencionaremos el castaño, el nogal y el sauce.
La mejor forma de obtener la energía arbórea es simplemente mediante un abrazo al tronco o descansando la mayor parte de la columna vertebral sobre el mismo. Lo ideal es que la persona se relaje e imagine mediante visualización que absorbe energía durante el periodo de exposición.
Como siempre decimos, la mejor forma de comprobar estos efectos es mediante la experimentación personal. Aproveche cualquier oportunidad para hacer una escapada a un entorno natural y haga la prueba. Sin duda alguna se alegrará.
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