Si toma antiácidos debe saber esto
Según algunas estadísticas, más del 5 % de los europeos toman antiácidos con regularidad y otros muchos con bastante frecuencia. En los Estados Unidos las cifran pueden ser hasta un 30 % superiores. El hecho de que muchos antiácidos se comercialicen sin necesidad de receta hace que muchas personas crean que son completamente inocuos. Pero cuidado, las apariencias engañan.
Hay varios tipos principales de antiácidos:
- Bicarbonato sódico. – Es el más común. Cualquier familia lo tiene en la despensa de la cocina. Si usa con frecuencia, produce el efecto contrario al deseado. Es decir, más acidez. Esto ocurre porque el estómago trata de compensar y producirá cada vez más ácido, con lo que la persona entrará en un modo bucle aumentando su problema de manera sucesiva.
- Antiácidos con base de aluminio. – El más controvertido. Generalmente se tolera y se expulsa del cuerpo sin más, pero el uso cotidiano puede producir efectos secundarios de importancia en aquellos que no lo metabolicen correctamente. Dolores de cabeza, estreñimiento, náuseas y pérdida de calcio con daño en los huesos.
- Antiácidos con magnesio. – Su consumo puede llevar a problemas imprevistos. Tomado con frecuencia suele producir diarrea, pero por otra parte también produce estreñimiento en personas con dificultades para absorber el calcio. A largo plazo, dañino.
- Antiácidos que tratan reflujo y se usan como protectores gástricos (tipo omeprazol). – Puede causar déficit de la importante vitamina B12, lo que puede llevar a anemia, cansancio y hasta daños en el sistema nervioso.
Lo más llamativo es que, según un estudio realizado sobre una base de datos de más de 86.000 personas, aquellas personas que tomaban una vez al día antiácidos mostraban dos veces más riesgo de contraer Covid 19 que la población que no lo hacía. Entre los que tomaban dos veces al día antiácidos, el riesgo se disparaba. Tres veces más probabilidades de contraer coronavirus (fuente: Reuters, 8 de julio de 2020).
Con todo lo descrito anteriormente, lo más acertado es evitar la automedicación y consultar con un especialista antes de tomar de forma habitual este tipo de medicamentos. Mantener en buena forma nuestro sistema gastrointestinal es primordial para que el organismo funcione adecuadamente. No es necesario un sacrificio extremo, pero sí mantener el equilibrio a la hora de escoger lo que comemos y bebemos.
Una frase muy conocida de Hipócrates (famosos médico griego considerado el padre de la medicina occidental junto a Galeno) es: “La salud comienza en el intestino”. En radiónica comprobamos que muchas disfunciones de todo tipo tienen su origen en un sistema gastrointestinal desequilibrado. El tratamiento energético produce sorprendentes y constatables resultados. Puede realizarlo directamente y de forma muy sencilla utilizando el programa contenido en el software Radionic Lite del dispositivo ARE X3 Pro.