Siga haciendo esto y envejecerá más rápido y en mucho peor estado
Últimamente se suele decir que las nuevas generaciones vivirán económicamente peor que sus padres. Ahora vamos un paso más allá. Los estudios demuestran que, además, los humanos más jóvenes van a envejecer más rápido y en peores condiciones de salud. ¿La causa? Una muy sencilla. La ingesta total media de alimentos ultraprocesados está llegando a casi un 20 % de la dieta en personas de más de 60 años, cantidad que en los más jóvenes pueden llegar a ser incluso más del doble.
Comencemos aclarando la definición de alimentos ultraprocesados. Nos referimos a aquellos que han tenido una transformación química y física, durante el proceso de elaboración, que implica un resultado final donde desaparece la configuración alimenticia inicial.
Ejemplos específicos son: las pizzas industriales, los precocinados en general, la bollería común, las sopas instantáneas, las carnes procesadas (se incluyen las hamburguesas), las galletas, los dulces variados, los helados o los omnipresentes “snacks” (que contienen hasta 700 kilocalorías por paquete). Hemos de mencionar aquí también los zumos industriales, que muchas personas consideran beneficiosos, pero que en realidad causan mucho más mal que bien en el organismo. El consumo de estos productos artificiales se asocia al desarrollo de enfermedades crónicas, obesidad, hipertensión, diabetes, colesterol elevado y cáncer en sus múltiples variables.
Por otra parte, aparece una disminución en la resistencia física y la fuerza. También más catarros, infecciones y salud general quebradiza. Si el sujeto es mayor de 45 años, comienza la disminución de masa muscular y la sustitución por grasa indeseable (de manera más acelerada y pronunciada). Por si fuera poco, también se establece una peligrosa inflamación crónica que disminuye las defensas y somete al organismo a un continuo deterioro a todo nivel. Hasta las reacciones musculares de las personas que consumen muchos productos ultraprocesados se ven ralentizadas, caminando más lentamente o presentando dificultad para realizar diferentes movimientos. Una situación de congestión general en toda regla.
¿Qué puede hacer al respecto? Lo primero tomar consciencia del problema. Esto es imprescindible para hacer un balance de la dieta que sigue en su caso particular. Considere si debe variar lo que come para ir incorporando más alimentos naturales. Frutas, verduras y legumbres deben ser esenciales, además de proteínas de calidad (animales o no, dependiendo de su preferencia personal). Cuando analizamos radiónicamente a una persona, podemos comprobar la diferencia de vitalidad general entre quienes que se alimentan de manera equilibrada y aquellos que descuidan este aspecto básico.
Si ya ha determinado mejorar y encuentra cierta dificultad al respecto, no olvide que puede utilizar un equipo radiónico para influir en su propio comportamiento, incidiendo es sus preferencias culinarias y en su interés por consumir comida apropiada.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.