Cómo vencer las adicciones (1 de 2)
Los seres humanos disponemos de mecanismos psicológicos brillantes en muchos aspectos, pero estos mismos mecanismos que nos preservan y al mismo tiempo nos estimulan, pueden trastocarse a veces. Es el caso de las costumbres que nos perjudican. Estas costumbres pueden llegar a convertirse en adicciones si no les ponemos freno o las tratamos.
He aquí una serie de sugerencias para tratar las adicciones con éxito.
En primer lugar, debe admitir el problema. Esto es imprescindible para luego iniciar los pasos que lleven a eliminarlo. Muchas personas, inmersas en adicciones que les perjudican, repiten una y otra vez la famosa frase: “No pasa nada. Yo controlo”. Normalmente es justo lo contrario y la adicción controla a la persona. Hay que aceptar la realidad, admitir que tenemos un problema y tomar la decisión firme de eliminarlo. Es muy importante querer abandonar el hábito negativo. Tanto de forma consciente como inconsciente. Si no se desea cambiar, será imposible que el problema desaparezca.
En segundo lugar, hay que tomar consciencia del daño. Analizando la situación nos damos cuenta de la dimensión de la situación, cuánto nos perjudica y si también perjudica a otros. Muchas veces la adicción beneficia a otros que nos manejan para su beneficio (caso del tabaco, las drogas, el juego, el alcohol, los video juegos, determinadas comidas, uso de Internet, etc.). Ser conscientes de que podemos ser esclavos de otros para su propio provecho egoísta, puede actuar como revulsivo.
En tercer lugar, evite pensar que ha perdido la cordura y que sólo le ocurre a usted. Cualquiera puede caer en una determinada adicción, aunque no lo parezca. Es importante descubrir lo que ha llevado al problema, y también dar los pasos para erradicar la situación negativa. Si usted come demasiados dulces o fuma, quizá hay algo que le genera ansiedad y esto le lleva a consumir lo que no le conviene. Intente solucionar ese “algo” al mismo tiempo que su adicción.
En cuarto lugar, identifique los hábitos puente. Debe saber las situaciones en las que el problema aparece. Cuando conoce esto, puede evitar esas situaciones o modifíquelas. Si por ejemplo, las ganas de fumar o de comer un postre inadecuado, aparecen tras un café que toma después de almorzar, cambie a una infusión o levántese rápido para cortar la cadena de acciones que le lleva a una apetencia negativa.
En quinto lugar, busque un aliado. Comparta su deseo de cambio con alguien de su confianza. Involucrar a otra persona puede servir de estímulo en mantenerse firme cuando se precisa un cambio en su conducta.
Cuando utilizamos la radiónica para ayudarnos a eliminar conductas negativas o adicciones, podemos hacerlo de manera global (para casos de menor intensidad) o dirigiendo la acción hacia el punto en el que mayor dificultad tenemos para poder trabajarlo de forma específica.
Seguiremos tratando el tema en la siguiente entrada de este blog.
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