Las posibilidades en la vida. Radiónica para el cambio
Lo que sucede en nuestra vida es un reflejo directo de nuestros pensamientos y emociones profundas. Muchas personas se quejan y maldicen cuando consideran sus escasas aparentes posibilidades, pero en la mayoría de los casos el problema radica, no en los acontecimientos externos, sino en la manera en que programan su realidad.
Así, si usted espera que las cosas le vayan mal, eso será lo que le ocurrirá. Si cree que encontrará oportunidades para mejorar, aparecerán oportunidades. Pero incluso en este último caso, las oportunidades pueden aparecer y sin embargo usted podría no verlas y seguir pensando en que no llegan. Y es que programamos nuestra mente para percibir exactamente lo que nosotros definimos en nuestro cerebro.
Los que realizan aplicaciones informáticas, saben que se deben dar instrucciones precisas para que los programas funcionen. Todo tiene que estar bien definido y absolutamente claro. Por muy potente que sea un ordenador, no hará bien su trabajo sin un programa adecuado. Si el programa no está bien configurado o no hacemos uso correcto del mismo, el resultado no podrá ser óptimo.
¿Cómo alimenta su mente? ¿Cómo la usa? ¿Cómo la programa? Si sólo se fija en los aspectos y matices negativos de su vida y la de otros, si sólo lee noticias fatídicas, si sólo contempla problemas y más problemas, no puede esperar que su vibración sea buena. Si sólo usa su mente para quejarse, para mantenerse en el nivel de acción mínimo o para seguir haciendo lo que hace en la actualidad, seguirá obteniendo los mismos resultados. Si programa su mente temiendo que le ocurran cosas malas o situaciones en las que irá a peor, de forma inconsciente elegirá también las peores opciones para hacer realidad lo que tanto teme.
Por tanto, lo primero que debe hacer la persona que desea mejorar su vida es percibir dónde se encuentra. Cómo se siente. Qué hay a su alrededor. Qué está obteniendo de la vida. Qué tipo de relaciones tiene. Quiénes son sus amigos o pareja. Qué trabajo u ocupación principal realiza. Una vez hecho esto, el siguiente paso es definir claramente lo que no desea seguir teniendo y lo que sí quiere de verdad conseguir. Después, debe dar los pasos necesarios en la dirección adecuada. Es un proceso que nos permite desconectar de lo indeseable y conectarnos con lo deseable. Abandonar las vibraciones negativas y buscar las positivas.
Hay diferentes formas de hacer esto. Unas más rápidas y otras más lentas, pero lo verdaderamente importante es la propia decisión de cambio. Es esencial que la persona establezca un deseo por modificar su realidad a mejor.
La radiónica puede ser el atajo que necesita para acelerar los cambios. Es un método de desarrollo personal que considera que somos energía en esencia y que todo lo que nos rodea también lo es. Podemos establecer conexiones con situaciones que nos dañan y desequilibran o con las realidades que nos nutren y estabilizan. Los dispositivos radiónicos nos permiten comprobar lo lejos o cerca que estamos de lo que queremos, ya sea a nivel terapéutico, de posibilidades vitales o de objetivos. Nos permite parametrizar y representar donde estamos y donde deseamos estar. Nos conectan con las coordenadas que se ajustan a los estados deseados que nos dirigen para encauzarnos por los caminos y atajos hacia lo que nos beneficia y ayuda.
Deténgase por un momento y piense lo que todo eso puede significar para usted, cuanto puede representar en su vida actual y la de posibilidades positivas a las que podría acceder. A partir de aquí, considere si quiere mejorar sus condiciones presentes y si desea sacar mayor partido a su existencia. Si decide actuar, después elija el camino más adecuado, atrévase a experimentar y a recibir lo mejor. Usted se lo merece.
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