Los descubrimientos dan la razón a médicos que se jugaron su prestigio
Lo que hace 30 años se ridiculizaba en los ambientes médicos oficiales, hoy en día puede estar comúnmente aceptado en los mismos estamentos.
Un ejemplo de esto tiene que ver con la Dra. Hulda Clark. Esta investigadora canadiense defendió que el origen de muchas de las enfermedades graves como el cáncer, estaba en un porcentaje importante de los casos, en los virus, bacterias y parásitos que podían proliferar en organismos con débiles sistemas inmunitarios. Compartía la máxima de que no hay enfermedades, sino enfermos. La Dra. Hulda Clark fue vilipendiada, perseguida y hasta demandada por sus afirmaciones. Dicho sea de paso, las demandas fueron todas desestimadas.
Años más tarde, en 2008 el Dr. Harald Zur Hausen recibió el premio Nobel de Medicina por “descubrir” exactamente lo mismo. Es decir, que las infecciones bacterianas, víricas y hasta parasitarias pueden llegar a generar tumores. Exactamente en un 21 % de las ocasiones según sus investigaciones
Los dispositivos radiónicos también constataron este hecho, desde mucho antes en un porcentaje alto de personas aquejadas de este tipo de enfermedades. La radiónica también señaló otros factores de riesgo como el caso de la contaminación electromagnética que hoy en día parece empezar a considerarse un factor de riesgo importante.
Lo que queremos resaltar aquí es que, en un gran número de ocasiones, lo que se ridiculiza o banaliza desde el punto de vista oficial, termina por aceptarse cuando se dedica tiempo y dinero para realizar las investigaciones pertinentes.
En las terapias alternativas suele pasar lo mismo. Todo lo que no pasa por el tamiz de la oficialidad tiende a tacharse de charlatanería o engaño. Es cierto que es preciso seguir un método científico para dar validez a las terapias, pero eso no implica que se considere de entrada como ridículo lo que todavía no se ha investigado de manera exhaustiva. Sobre todo, si proporciona soluciones constadas en la experimentación práctica. Y es que a veces, los intereses económicos de las empresas farmacéuticas suelen atacar ferozmente a todo lo que atenta contra sus grandes ingresos.
La radiónica ha sido, desde sus inicios un sistema controvertido, incluso aunque se emplea con éxito reconocido en países como el Reino Unido, donde cuenta con miles de seguidores. La idea de trabajar a nivel energético sobre estructuras que sustentan el cuerpo físico para solucionar problemas, todavía no está oficialmente admitida, pero es posible que los adelantos en las investigaciones terminen por respaldar los postulados de esta interesante terapia y método de desarrollo personal en los años venideros.
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